Alienta el Dr. Diego Perazzo, tras recibir de la OPS un reconocimiento por sus treinta años de lucha contra el tabaco.
Sólo el 5% de los fumadores abandona el tabaco espontáneamente. Para el restante 95%, inmerso en una adicción de la que cree que no se puede escapar, existen diversos programas de cesación.
"Vencer una adicción farmacológica, psicológica, social
y gestual implica un enfoque en varios frentes", afirma Diego Perazzo, oncólogo clínico, tenaz luchador
desde hace 30 años contra el tabaco, tarea que recientemente fue reconocida por
la Organización
Panamericana de la Salud (OPS).
El doctor Perazzo explica que la elección del método debe
realizarse artesanalmente, según los antecedentes médicos, características de
personalidad de cada paciente y capacidad de adherencia al tratamiento. Las
alternativas farmacológicas son los sustitutos de la nicotina y la
administración de ciertos antidepresivos.
"Tanto el parche de absorción transdérmica como el
chicle de nicotina hacen que el paciente siga fumando desde el punto de vista
químico, en cuanto mantiene en sangre un nivel constante de nicotina, que va
disminuyendo gradualmente hasta desaparecer. En Brasil, a la gente que hace el
curso de cesación, el parche se lo paga el Estado, pero aquí ni las obras
sociales ni las prepagas lo cubren y es un tratamiento que se prolonga de dos a
tres meses."
"El bupropión es el
antidepresivo más utilizado, y su administración debe ser controlada por el
médico porque tiene importantes contraindicaciones y efectos adversos -explica
Perazzo-. Actúa químicamente logrando una concentración estable a nivel del sistema
nervioso central de dopamina, un neurotransmisor que participa en el mecanismo
de la dependencia y cuya liberación es obtenida, en el fumador, gracias a la
inhalación del humo del cigarrillo."
Ambas opciones farmacológicas tienden a sustituir al tabaco
y reducen el síndrome de abstinencia, pero nada pueden hacer contra los otros
aspectos de la adicción.
"Si durante veinte años una persona
ha mantenido un ritual de sacar el atado de cigarrillos, encender uno, hacer
diez pitadas? a razón de veinte cigarrillos por día, el mecanismo se
repite 200 veces al día. Cuando no fuma más, al paciente hay que enseñarle a
hacer otra cosa con las manos, así como hacerle vencer el miedo de engordar.
Por eso una de las propuestas es mantener la sensación de plenitud tomando
mucho líquido (2 a 3 litros por día) y comiendo alimentos de bajo valor
calórico, para que la persona siga masticando; pero no sobre el cigarrillo,
sino sobre la lechuga."
El apoyo psicológico, especialmente en los grupos de
cesación, es útil frente a los ataques de angustia, asegura Perazzo: "se
puede llamar a un compañero a cualquier hora para pedir ayuda".
Mejor prevenir
La prevención sigue siendo la mejor de las opciones:
"Si un adolescente empieza a fumar se hace adicto en seis meses -alerta
Perazzo-. Hoy tenemos que el 38% de nuestros adolescentes, de 14 a 15 años,
fuma, grupo en el que las mujeres superan a los varones. Es muy difícil
defenderse de la publicidad de las tabacaleras que les dicen a los jóvenes que
fumar es maravilloso".
La propuesta antitabaco es la prevención temprana desde el
jardín de infantes, define y rescata la experiencia con títeres que durante
años realizó Lalcec frente a la platea infantil.
"Los chicos salían diciendo: No fumes papá que te hace mal; está
demostrado que muchas cesaciones se obtienen cuando son los niños los que
interceden. La angustia de un hijo es capaz de movilizar mucho más que el
consejo profesional."
Por Tesy De Biase
Dónde consultar
Lalcec:
(011) 4832-7595.
Línea
de orientación del Ministerio de Salud: 0800-222-1002.
Busque
un motivo, como mejorar su calidad de vida y la salud de sus hijos.
Fije
una fecha para renunciar al cigarrillo y hágalo súbitamente, bajar de a poco no
es efectivo.
Identifique las situaciones difíciles que lo ponen en riesgo
de volver a fumar y trate de evitarlas.
Busque otras formas de relajarse, como disfrutar del aire
puro, caminar o hacer ejercicio.
Tire
todos los cigarrillos, ceniceros y encendedores.
Beneficios de abandonar el tabaquismo |
A los
veinte minutos: la presión arterial regresa a su
nivel normal, lo mismo que la frecuencia cardíaca y la temperatura de pies y manos .
A las 8 horas:
mejora la respiración y la oxigenación pulmonar, pues los niveles de monóxido
de carbono y oxígeno se normalizan.
A las 24 horas: disminuye
el riesgo de muerte súbita.
A las 48 horas: se
normalizan los sentidos del gusto y el olfato.
A las 72 horas: se
normaliza la función respiratoria.
Pasado el mes:
aumenta la capacidad física y se cansará menos con cualquier actividad.
A los seis meses: se
reducen los catarros y las molestias de garganta.
Entre uno y nueve meses:
mejora el drenaje bronquial y se reduce el riesgo de infecciones.
Al año: se reduce
significativamente el riesgo de trombosis, ACV e infarto.
A los 5 años: el
riesgo de infarto se iguala al de las personas que nunca fumaron y cae a la
mitad el de padecer cáncer de pulmón.
Fumadores en la Argentina:
Según recientes estadísticas del Ministerio de Salud de La Nación 40% es el
porcentaje de adultos que fuma en el país.
Fuente: Ministerio de
Salud. Programa Hoy dejo de fumar: http//www.dejohoydefumar.gov.ar
Suplemento
Salud del diario La Nación, 3 de julio de 2004