Tendencias en vuelo 

 

Pitch, el bien de la clase turista

Es el codiciado y a veces escaso espacio entre las butacas

Después de diez horas de vuelo entre Londres y Miami, Michael Downey, de 56 años y 1,87 metros de altura, decidió llevar su queja a los tribunales y demandó a Virgin Atlantic por no haberle advertido lo incómodo que podía viajar calzado en los 75 centímetros que ocupaba su asiento.
La compañía no admitió la culpabilidad, pero a principio de mes hizo un arreglo fuera de corte pagándole 300 libras, además de 30 más por gastos legales, como un gesto de comprensión.
Hasta ahora las líneas aéreas no han tenido responsabilidad legal en los casos de DVT (del inglés Deep Vein Trombosis), también llamado "el mal de la clase turista" debido a la inmovilidad que provoca el escaso espacio libre de esa cabina. Pero el lugar que tendrá el pasajero para ubicar sus piernas hoy es dato relevante, como lo es la ubicación de los asientos o la cantidad de escalas.
El precio sigue siendo el dato determinante para la mayoría de los pasajeros que pagan su viaje. Al mismo tiempo, las aerolíneas procuran subir la mayor cantidad de clientes (al mayor precio posible, naturalmente) a cada vuelo para hacer de éste una operación rentable. Esa dinámica genera la presión a achicar los espacios por persona hasta los límites tolerables.
De la misma manera, en sentido opuesto, puede cederle más lugar si la demanda de valor agregado del mercado lo exige. Seat pitch es lo que en la jerga se entiende por la medida entre el respaldo de un asiento y el mismo punto de la siguiente butaca. Si bien puede tener variaciones mínimas, aun en la misma clase, la configuración de un avión mantiene esa distancia salvo las codiciadas salidas de emergencia o las filas lindantes con los separadores de clases.
Milímetros valiosos
El diseño, el ancho y la reclinación del asiento de Clase Económica también influyen sobre su comodidad; pero en los viajes largos, cada milímetro del pitch adquiere su pico de valor. Algunos países regulan que no sea menor a los 70 cm, aunque la mayoría de las compañías superan esa marca en sus vuelos de largo recorrido. Repasando los seat pitch de los vuelos extensos desde Ezeiza, encontramos entre 78 y 86 cm en los Boeing 747 de Aerolíneas Argentinas y entre 83 y 86 cm en los Airbus 340 de esa compañía. El A340 de Iberia tiene 81 cm; el de Air Madrid, 80 cm, y el de South African Airways, 77,5. El Boeing 777 de Air France registra entre 76,4 y 81,3 cm; el de Alitalia, 81 cm.
Los B777 y 767 de American Airlines tienen un pitch de entre 82,5 y 85 cm. El Jumbo de Lufthansa, 81 cm, y el de British Airways, 77,5 cm. Entre 76 y 84 cm el B767 de Delta y 77,5 el de United.
Los datos los supimos llamando a las centrales de reservas de cada compañía. Con cierta sorpresa del otro lado del teléfono, no siempre el operador tenía a mano la medida. Pero finalmente, en todos los casos, se obtuvieron los datos. Así que la próxima vez que vaya a embarcar sus piernas en un largo viaje, pregunte por el pitch.
Por Encarnación Ezcurra
Para LA NACION -  Domingo 31 de julio de 2005