Severos controles en aeropuertos norteamericanos

 

A partir del 1º de enero de 2003, la Administración de Seguridad del Transportes de los Estados Unidos (TSA), organismo que depende del Departamento de Seguridad Interior, decidió que el 100% del equipaje de los pasajeros sea revisado en los 429 aeropuertos comerciales de ese país.

A menos que se indique lo contrario, en la mayoría de los aeropuertos hay que dirigirse con todo el equipaje hasta el mostrador de la aerolínea para hacer el check-in. Fuera de su vista, todo lo que se despache será sometido a un minucioso control  con dos tipos de equipos electrónicos que buscan explosivos. Es muy probable, además, que las valijas sean revisadas manualmente.

Por eso, las autoridades de TSA  solicitan que no se guarden en ellas películas filmadas,  comida ni bebida; libros, revistas o documentos de todo tipo no deben apilarse, sino distribuirse en forma pareja en todas las valijas. Los artículos personales deben estar en bolsas transparentes para reducir las posibilidades de que sean manipulados.

Los regalos sin envoltorio. Toda caja, bolsa o bolsita, por pequeña que sea, será revisada de pe a pa. Los zapatos deben estar arriba de todo.

Se pide especialmente no llenar las valijas demasiado o despacharlas sin candado (si necesitan revisar el interior del equipaje, van a romperlo y no pagarán por nuevo) y tampoco sellarlos con envoltorio plástico.

Todo equipaje que sea revisado manualmente llevará una tarjeta que lo indique y será precintado antes de ser llevado al avión. Si se pierden o dañan cosas, TSA está dispuesto a atender ciertos casos particulares. Los reclamos pueden hacerse llamando gratuitamente por el 1-866-289-9673.

Cada pasajero también será sometido a una rigurosa inspección. En principio, igual que ahora, deberá atravesar una máquina de rayos X. Antes deberá quitarse el sobretodo, la campera, el tapado de piel o la parka que use.

En general no le pedirán quitarse un saco o un blazer. Habrá que dejar la laptop, cámaras, monedas, llaves o cualquier otro artículo de metal en una canasta, que también se someterá a radiación. El teléfono celular, una palm o un encendedor deben ir dentro del equipaje de mano que, por supuesto, también será pasado por rayos y abierto si así lo desean.

Cabe recordar que los rollos fotográficos no pueden soportar más de cinco exposiciones a rayos. En ese caso se puede solicitar una inspección a mano del equipo.

Si a pesar de tales previsiones, suena la chicharra, se lo llevará a una habitación donde se le pasará una vara detectora, se le pedirá que se quite los zapatos y hasta que se desabroche el cinturón. Y la TSA aclara: “las áreas del cuerpo con body-piercings, pelo grueso, sombreros u otro ítem serán inspeccionados. Siempre lo hará alguien del mismo sexo que el pasajero y se puede pedir que sea en privado.

Para evitar que suene la chicharra más de la cuenta, el organismo de control recomienda: avisar si se tiene marcapasos; no viajar con hebillas en el pelo, anillos, pulseras, trabas de corbata, zapatos con taco, tachas, ganchos o abrojos. Y, créase o no, tampoco usar corpiños con aros.