El llamado "secuestro virtual" es una nueva modalidad delictiva consistente en obtener dinero de una persona a quien se le hace creer, mediante una llamada telefónica, que alguien de su entorno se encuentra privado de su libertad. Muchas de estas llamadas se hacen desde las cárceles. Los gobiernos de Córdoba y Santa Fe colocaron en los teléfonos públicos de los penales provinciales identificadores de voz para advertir, al receptor de una llamada, que la comunicación se realiza desde un instituto carcelario.
El Servicio Penitenciario Federal (SPF) filmará con cámaras de video a los presos que utilicen los teléfonos públicos de las cárceles. Cuatro cámaras fueron instaladas ya en la Unidad 2 de Villa Devoto y luego la medida se extenderá a todas las dependencias del SPN.
Ahora todas las empresas telefónicas y de telefonía celular deberán incorporar un mensaje de voz que alerte a los usuarios cuando una llamada proviene de una unidad carcelaria.
¿Qué hacer
ante las llamadas telefónicas ?
Llamadas con cobro revertido: la Policía Federal aconseja no aceptar
comunicaciones de este tipo, especialmente si no hay ningún amigo o familiar
que acostumbre a realizarlas.
No entregar datos a desconocidos: si llama algún desconocido con la excusa de que un familiar está internado en un hospital, pero se desconoce la identidad, no entregar datos de parientes o amigos, porque, sin querer, se facilita al delincuente la información de la que se valdrá, en un nuevo llamado, para alertar que esa persona ha sido secuestrada.
Los viernes y sábados: en estos días los hogares, en que los adolescentes salen por la noche, son los más expuestos a esta táctica delictiva.
Para tener en cuenta en caso de haber caído en el engaño |
Tratar de ubicar al familiar: si ante la duda uno cae en el engaño, se debe ubicar rápidamente al familiar para saber si está secuestrado. Pedir tiempo a los supuestos secuestradores.
Aportar un nombre falso: si un desconocido pregunta el nombre de un familiar que estaría supuestamente accidentado, entregar un nombre falso.
No quemar las tarjetas telefónicas: muchas veces se le pide al familiar del presunto secuestrado que adquiera tarjetas telefónicas y pase las claves de las mismas. Si bubiere caído en el engaño, aunque el delincuente insista, no debe quemar las tarjetas cuyas claves entregara; sirven para rastrear a los malvivientes que las usaron.
Hacer la denuncia del hecho: muchas personas, por verguenza o por no molestarse, no concurren a hacer las denuncias de los hechos delictivos que los perjudicaran, cuando con ello además de permitir identificar y detener a los extorsionadores, podrían evitar que otros resultaren víctimas de tales delitos.
Las brigadas antisecuestros están preparadas para detectar si se trata de un secuestro virtual.
Nueva forma de extorsión y potencial sujeción al delito |
Se está
presentando una nueva forma de extorsión y potencial sujeción al delito, tome
en consideración este mensaje, tenga mucho cuidado y corra la voz...
Están recibiéndose llamadas sospechosas de gente extraña que llama a las casas
particulares en estado alterado y/o molesto, argumentando que en su
celular entran llamadas de nuestro número residencial con amenazas de muerte.
Insisten con vehemencia que es nuestro número de teléfono el que aparece en su
identificador de llamadas, esto es un truco de algunos delincuentes , para obtener
información privada de la persona que contesta la llamada. ¡Tenga
mucho cuidado con su respuesta!.
Sucede que por medio del directorio telefónico, hacen llamadas a las casas
indicando: "Acabo de recibir una llamada de amenaza de muerte desde ese
número y fue un hombre quien habló".
!!!OJO!!! porque aquí viene lo peligroso: Derivado de la angustia o
molestia fingidas de la persona que llama, la persona que contesta la llamada
se ve presionada y tratará de explicar que no es posible, y luego proporcionará
información muy valiosa para los delincuentes, con respuestas como las
siguientes:
“Eso no puede ser, aquí no hay ningún hombre”, “yo vivo sola con mis hijos”,
“la casa está sola hasta la noche”, “los señores no están”, “mis papás no
están”, “solamente está la empleada”, “yo alquilo y estoy solo”, “estuve fuera
todo el día”, etc.
La persona que llama insistirá con más argumentos, y seguirá diciendo cosas
para obtener más información y toma nota de todo lo que le dice la persona que
contestó la llamada.
A los pocos días, llaman nuevamente para decir: “Los tenemos bien controlados,
sabemos exactamente a qué hora entran y salen, quién está en la casa, cuántos
hijos tiene, y si no quiere que le pase algo a sus hijos o a su esposa (o), a
sus papás, etc. tiene que darnos $$$$”.
Una persona recibió su primera llamada hace una semana alrededor de las 19
horas y dijo que allí no vivía ningún hombre, que ella vivía sola con su hijo
de 5 años y la empleada, pero que la empleada está por día y sale a las 5 de la
tarde.
En ese momento, ella no pensó que la llamada era una mentira; le
hablaron con tal angustia que no lo pensó dos veces y dio toda la información.
Hoy está recibiendo llamadas de amenaza, que van a secuestrar a su hijo
si nos les da cierta cantidad de dinero y que saben perfectamente dónde vive y
que no se sorprenda si la llegan a visitar por la noche para matarla a ella y
al niño.
Sugerencia: Al contestar la llamada, no permita que el delincuente se
adueñe de la situación, interrumpa su discurso con firmeza, dígale que
posiblemente piratearon su número telefónico, y que le sugiere llamar a la
autoridades, porque usted hará lo mismo de inmediato, y para evitar más diálogo
corte